28/8/10

Oh fortuna!

El ser humano tiende a evitar la creencia de que todo depende de la suerte, de que lo que les ocurre depende en gran medida del destino, y que la mayoría de las veces nuestra voluntad y esfuerzo no pueden remediar lo que nos pasa, ni malo ni bueno.
Y derrepente, pestañeamos y nos vemos en medio del problema.
Así de repente se vieron los mineros venezolanos dentro de un tunel de 700 metros, enterrados en vida, pero con esperanza.

La suerte hace que la pelota entre, o se quede en la red, perdiendo el MATCH POINT, y en nuestros actos, lo único que hacemos es retrasar o adelantar lo que la suerte puso en nuestro camino.

Nuestros actos transcurren entre el planteamiento-nudo-desenlace, como culquier otra historia que ya está escrita. No os preocupeis, no servirá de nada, seguid el hilo y procurad no perdeos en el laberinto como Ariadna.

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