Por aquello del aburrimiento en un día de Navidad, creo que debo escribir, además fuera llueve, y encima la tele me devuelve el mando a distancia con tristeza cada vez que la enciendo.
Hay gente que no se enterará por muchos años que pasen, que los decibelios nunca dan la razón, y en esas anda Belén Esteban, que una pared mas allá, se desgañita a través de un televisor rogando un aplauso con el sobresfuerzo de su voz, con los gestos verduleros y con unas miradas nerviosas al público cada 5 segundos.
Pobre Juguete roto de la ama de casa media y la mente que calenturienta espera que alguien diga palabros como "No tienes cojones", "Eres un Mierda" o cuyo tono de voz sea horripilantemente llamativo, para poder salir de lo anodino de sus vidas.
Se piensa y erige en la voz de la calle, pero la calle no es buena, la gente que piensa así no es una mayoría, y aunque sean muchos, eso no indica que no haya en España mucho capuyo suelto, así que no estés orgullosa por ser la voz de una mayoría.
Te tuviste que operar la cara porque no soportabas mirarte al espejo, pero siempre serás quien eres, eso no se opera, siempre es mejor intentar ser lo que quieres ser.
Lástima que no se aprenda eso tampoco, como Sabina dice: "Hay mariposas de arrabal que nunca aprenden a volar"
Pobre esa gente que una pared mas allá presta atención a un improvisado discurso tan repetitivo y previsible, que solo es seguido por el que no puede entender lo que significa una palabra con mas de dos sílabas, por esas personas que cuando oyen frases como "La insoportable levedad del ser" prefieren borrarla de su cabeza en lugar de ver que hay detrás de quien pensó para comunicar algo. Chaplin probablemente tuvo que currar mucho un diálogo para que fuese escuchado con la misma atención con la que esta gentuza es atendida.
El dinero que ellos ganan, es el que falta en otros tantos lugares, donde malvive gente por la que luego diremos que sentimos pena, pero si damos una vuelta de tuerca al asunto "TU", maldito bastardo que consumes telebasura, eres el verdugo aunque solo sea en parte, pero eres el único eslabón de la cadena que tu puedes controlar, y sin embargo estás presente en esa cadena. Puede que apocalíptico y rebuscado, pero piensa que es verdad.
